Mercé

SILENCIO…

Lentamente, sin pausa…

Con igual  paciencia,

que la gota horadando una piedra.

Con la fuerza de un trueno,

mudo.

La luz de un relámpago,

ciego.

Sin anestesias,

sin romper la piel, sin sangre, ni saña.

En cuerpo y alma, me entrego,

A la muerte,

en blanco.