Solo espero, que de vez en cuando, al caer la noche me acompañes a viajar por esos territorios desconocidos, sería un privilegio que pudieras hacerme compañía en las tardes de verano, o en el otoño cuando los árboles comienzan a quedarse sin hojas, no se diga del invierno, podríamos sentarnos en la sala y beber muchas tazas de un rico chocolate caliente, también te podría preparar unas galletas y entonces sí leiríamos tu libro favorito, ya en la primavera posiblemente te llevaría al jardín y ver como crecen las flores que plante para ti...