Cada beso, cada caricia
un descuento al dolor
con tu amor, el dolor
se me olvida, prefiero
ignorarlo, es el precio
de la vida, es el aguijón
que espolea el deseo
y cuando el azar me
regala el silencio, tu
lo llena con tus suspiros
y marcan los instantes
tus latidos, y ya somos
los dueños, nada más
y nada menos que
del tiempo.