El ambiente se condimenta
vibrando en orquesta,
miles de almas viajeras
de este fuego han sido leña.
Huéspedes llenos de arte,
cada uno con su aporte,
armonizando entre todos
los rincones de algún hostel.
En las paredes quedan huellas
de inspiraciones anteriores
y plateados vientos suenan
para barrer los temores.
Una esfera de energía creativa
está flotando alrededor nuestro;
afortunados serán aquellos
que se animen a vivir esto.
Tocan las despedidas,
las camas quedan vacías.
¿Será que reducirse a una mochila
nos acerca a esa esencia divina?
Separan caminos pero no hilos,
ni conexiones, ni destinos.
Hay encuentros que ya estaban previstos
y sólo andando los descubrimos.
Gente con magia por todos lados,
encuentro su arte y nos desnudamos.
Emocionados atravesamos puertas,
rozando los limites de lo humano.
Cuevas a oscuras suenan poesía;
rituales del alma en altura.
Sabiduría ancestral baja de algún lado
y, fluyendo, la canalizamos.
Somos magos, alquimistas,
de nuestra percepción abrimos las pistas.