Ignotas e infinitas, hechas fuego,
Inmensas y ardientes, todas luz
Giran chispas divinas en azul:
Esparcidas en mágico universo;
El inconmensurable y viejo tiempo
Resonaba su flauta de bambú;
En su trono hecho de oro, sobre tul,
Se entrega, ya cansado, a sutil sueño;
La vida es como errante en el vacío,
Espera su momento de surgir,
Contempla el escenario de sus hijos
Y goza del mañana para sí,
De pronto se le escapa ese suspiro
Pues mira ese lejano porvenir…