Hoy mis sentidos me delatan el paraíso,
aquel espacio que susurra cuerpo a cuerpo
con los colores centelleando entre las hojas
acercándome hasta el limbo todo entero.
Son mis pésimos sentidos los que ahogan
en su límite bondad tanta belleza,
cada aliento que me insufla tanta huella
me sosiega una vez mas tanta memoria.
Porque en tan bello lugar yo no comprendo
como puedo discurrir toda la vida
sin sentir lejano y nublo este momento
en el hondo reflejar que me palpita.