Al lector.
Poema basado en la no devolución de una llave inglesa que me dejó hace meses una amiga llamada María , su propietaria ya pensaba que la había perdido, y yo que era mía, hasta que un día entró en casa casualmente, y vio su lleve inglesa. sentí que le había decepcionado.
I.
Contra la pared de la habitación puede verse una bicicleta con la llanta reventada esperando ser reparada ,nuevamente; a su lado hay una especie de trineo con los hierros desajustados que necesitan ser unidos, también nuevamente. Ruedas por el suelo, tornillos, arandelas… contrapunto de plantas aromáticas para repeler a los mosquitos en una mesita. Y una llave inglesa con la que ajusta tuercas y cuentas consigo mismo un hombre de mediana edad, avergonzado por haber ocultado a su propietaria que la tenía.
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En ocasiones las excusas tienen forma mecánica,
¿ sabes, María? la vida no es rosa .
está llena estupideces y mentiras que nos hacemos.
Como la llave inglesa que me prestaste hace meses y creías haber perdido.
Has visto que la tenía yo, y por ello te he decepcionado.
Ha abierto la llave inglesa la vergüenza en mi corazón.
Hoy es una flor manchada en mis manos que te devuelvo porque no te la devolví cuando debía.
Ha ajustado esta llave inglesa muchas tuercas conmigo, ha creado un trineo para perros, una bici tirada por animales, y me ha ayudado la llave a conquistar un territorio que domino desde la fuente del Oasis hasta el molino.
Un rosal con tu nombre crece bajo la fuente.
Me merezco que no confíes nunca más en mi.
Pienso que te debería haber dicho que necesitaba más días la llave inglesa
Pero no he tenido tiempo de pensar en ti, solo en sembrar y en apretar tuercas.
Y me he convertido en la chusma que tanto desprecio cuando me roban en el huerto.
Angelillo de Uixó.