José de Jesús Camacho Medina

La Broma

¿Acaso somos una broma de Dios?
o Dios ¿Es nuestra más grande broma?
¿Acaso es una ilusión pensar que somos?
o ¿Somos más que una ilusión?.

Hay una voz interior
en cada uno de nosotros
que desde lo más recóndito
ansía emigrar.

Y entonces
en nuestro sótano
yace
una fábrica de alaridos
somos lobos
que aullando
invocamos a la verdad.

Nuestro vocerío
es un cardumen de campanas
que con su repique pretende propagarse
por los océanos del cosmos
para resonar por la inmensidad.

Marchar más allá
de horizontes imaginables
nos obliga a deformar
la rectitud de esta línea
pues las bromas emergen por la cornisa
y hasta de la más ínfima cavidad.

Arenas movedizas
harán de nuestro tránsito
un cuello de botella
la conquista no será un cuento de hadas
pero si ha de proclamarse como etérea.

Payaso es el camino
o quizá nosotros
pues entre tanta broma
la verdad husmea.