Anduve errante por muchos caminos; unos con espinas y otros escarpados… Dejaban mis pisadas huellas de nostalgias, tejidas con finos hilos de melancolía y sin una luz que me alumbrara, avanzaba hasta vislumbrar un reflejo, verde cual la esperanza… Eras tú que me esperabas en medio de la lluvia que a torrentes caía, sobre la grama de terciopelo que acariaba nuestros piel descalzos. Mojamos nuestros cuerpos con la lluvia cristalina, nos dejamos golpear del granizo y felices danzamos empapados. Cuando cesó la lluvia, se evaporaba el agua subiendo a nuestro cielo en forma de espirales… Eran los suspiros que le robamos al alma. Tu trajiste a mi vida ramos de ilusiones, matizados con colores del arco iris… Las más bellas añoranzas, el trinar de los turpiales, La luz fulgurante de los luceros. Rompiste mis silencios con ténues acordes, de una música de angeles, que dejaste en mis sueños mientras dormia… Con temor a despertarme, en mi lecho de rosas carmesi, depositabas todos tus anhelos, querias verme plácidamente dormir sin interrumpir mis sueños… Navegabas en el manantial de tus deseos dejando que las límpidas aguas purificaran ese amor que por mi sientes, estampandome suavemente un beso en los labios y susurrandome al oido ¡amor yo te amo! Felina.