antoninomilla

GRACIAS, AMOR MÍO.

No sabía que yo estaba contigo en el cielo,

hasta que tú me lo susurraste al oído,

por lo cual tu nombre lo aparto como la perla de gran valor.

Vienes a mi, sin errores, sin casualidades, sin requerimientos,

haciendo siempre en el presente, todo lo que es completo y perfecto.

Me das lo que necesito, sin necesidad de pedirtelo. Tú acudes a mi vida siempre solícito,

y me contagias con esa dadivosidad que permea todo este cielo,

librándome del los espejismos de mis carencias, de mis rechazos, de mis soledades y de mis abandonos.

Porque estás conmigo, más alla del tiempo y del espacio, más alla de las dimensiones conocidas y desconocidas.

Porque estás por siempre y para siempre en Mi.
Gracias, Amor Mío, único e indivisible.