Antonio Segar
Literatura & Tango
Bailando un poema
Nunca supe bailar, lo confieso.
Aunque tampoco escribir poesía
ni nada, con sentido o embeleso.
Siempre pensé en jugar travieso,
sin importar apenas lo que veía:
Simple amor y querer con un beso.
Amar, bailar un tango obseso
es la poesía que mi alma ansía.
Escribiré contento, algo de eso.
Entre una cosa y otra, me estreso.
Como veis, que ridícula tontería
lo que tanto pienso, en exceso.
Más, no en vano ya me intereso.
Emocionado, una idea me sonreía:
Conseguí bailar un tango en verso.