cómo se destruyó lo nuestro,
el desamor en avalancha que en lodo a dos cuerpos,
sigue siendo un fenómeno natural
de generación espontánea o confabulación cósmica.
No vernos duele,
muy curioso el desacuerdo entre tu tiempo y él mío,
esa según tú la mejor manera de evitarnos.
Y ahora que del cielo caiga agua,
nos reflejaremos más solos en el charco,
dejar de hacer planes cuando nadie te los cumplía.
Has dejado de creer en el mundo,
cuando me las di de dios por días
creando uno mejor
en el cual nunca habitaste, no existías.
Ojalá encuentres a alguien,
como caracola que se observa cuando baja marejada
y no se le salga tan fácil el amor,
por donde le da hambre.
Recuerda al reflejarte por qué no estoy,
que hiciste conmigo lo que tu madre hace contigo,
no quererte.