Se despertarán las noches
y se dormirán los días...
Es que, cuando mi corazón se acerca al borde de tu camisa
desborda un ángel el tiempo en cada hilo de luz.
Las alas sedosas de las palomas...
Sus ojos redondos...las losas...
El alma mía que te sigue a ojos cerrados
sin apuesta a cara o cruz.
Amor...Amor...
No sabía que eras también un llanto de alegría
cuando se oye una canción.
Cerrar los ojos y sentir aun en mis labios
nuestro beso matutino;
aunque hayan pasado diez horas
su humedad no se secó.
Fernando...Te Amo...
Palabra tan gastada y, sin embargo
en la profundidad del alma, se oye por primera vez su voz...