Salto decisivo hacia el dominio del cosmos
hizo que se diera con su nueva teoría;
también se fabricaron por su culpa
los novísimos y torvos artefactos
barredores de Hiroshima y Nagasaki.
Pero él comprendió sobre la marcha
que en tanto no se aplaquen los espíritus,
por millares de Albertos que aparezcan
la oscura noria seguirá rodando.