Federico no dejes de mirarme
Aunque la muerte es ciega
Tu palabra la vida no niega
Federico no dejes de hablarme.
Tus palabras son simiente fértil
Como tu mirada siempre brillante
A ti no te mata ningún maleante
Federico tu poesía nunca será débil.
Granada fue tumba y nacimiento
De una persona agraciada
Con la gracia y el talento.
Tu palabra me despierta
Contigo nunca estaré dormido
Imposible mi corazón está siempre alerta.