...Tanta devoción por los objetos
por satisfacer esa necesidad
de darle sentido a la vida
tantas plegarias presentadas en bandeja
cual banquete entregado al paladar de los dioses
quizás por una bendición que no llega
o por un mendrugo que aparte la frialdad de las mesas
y es que hay tanto que anhelas de dios
tanta salvación
para todo el vacío que alimentas
de pronto el hastío deja de estar en vigilancia
de pronto la pesadumbre se erosiona
liberando la pregunta
de cómo lo aprendido te conduce
siempre a implorar por su nombre
en una divina comedia...