Aunque no me mirabas no iba a rendirme.
Luché, luché tanto para que me vieras como yo te veía a ti.
Con brillo en los ojos.
Con ilusión.
Pero en mi lucha fracasé.
Porque me miraste, sí, pero al mismo tiempo mirabas a alguien más.
La mirabas como yo te miraba a ti.
Y ahí fue cuando mi corazón se apagó.
Se apagó y no volvió a brillar.
No volvió a brillar como cuando te miraba con ilusión.
Ilusión que murió al verte mirarla a ella con brillo en los ojos.