Nacho Rey

EL CLARINETE DE MOZART

 Mi viaje al sueño del artista

con su son suave de clarinete

a un recuerdo olvidado de sorbete

que acabo, al fin, a ser realista.

 

 La existencia de ese afán tan real,

que ante tal cruda realidad,

sueño con ese prodigio de deidad

que me lleve a lo más espiritual.

 

 Y, lo consigue, me lleva al Cielo,

un adagio, sea yo su anzuelo

que más Cielo, también toco el averno.

 

 Y del averno, volver a este sueño

tan hermoso que es mi empeño

real o no, volar en lo eterno.