Qué impenetrable magia
me hace amarte sin trucos,
amarte sin conjuros,
sintiendo amenazados
mis huesos por el hacha
colgante de tus manos,
mi sangre sobre ascuas
que tu vas olvidando,
mi vida ante la lanza
que ayer fuera flechazo.
Qué impenetrable magia
de estoques claro-oscuros
blande mi tórax duro,
me arroja a tus palabras
que flotan devorando
el aire y sus membranas.
Quizá después del acto
donde la magia acaba
será burdo lo arcano,
prehistórica la magia.