kalazum

Poema Nocturno

La calma no llega a mis sienes

cuando posas tu cuerpo en mi lecho

pero daría lo que tengo

por eternizar este instante.

 

Tus gemidos borran los discursos más sabios

susurros que se traducen en lenguas extrañas

lamentos que hacen sangrar mis oídos

cuando brotan de tus labios.

 

Quisiera  prolongar este momento supremo

ser bestia al acecho

contra animal prisionero

cuando de amor se humedece mi lecho.

 

Te miro desnuda…

deseo cubrir de un bocado

ese cuerpo de musa

y beber de tu cántaro sagrado.

 

Te multiplicas, te agigantas

me absorbes, me aprietas

saboreo tu paisaje

me deslizo y te agrietas.

 

Moja mis antojos

que tu sabia me embriague

unge de amor mis instintos

y empapa con sudor mis deseos.

 

 

Me levanto,  estás dormida

apenas respiras, pareces inerte

pienso entonces que tengo suerte

de amarte, hasta mi muerte.