Es imposible pintar lo que sentimos los dos, el ángulo de la cámara enfoca lo que actuamos y los lunares contados como si la sal estuviera impregnada en el cielo, la cátsup roja nos despide entre las colinas y cenotes de amapolas, en el espejo social te espero y escribo como si los dedos fueran a dormir, después despertamos con la mayonesa a medio plato y vacíos hasta los dientes lloramos el día que nos habló, todas las estaciones hablan de canciones lucidas y extravagantes que no suspiran amor, te escucho en mi peine y en la ciudad que come uvas, y muecas dulces comiendo planetas, son tus ojos cansados los que exploran la hora favorita del Otoño. No hay un lugar secreto en la montaña pero si hay un refugio en el color de esta mañana, tú miedo está cerca de caer en la naturaleza de este engaño, en la casa fantasiosa te robaron el mañana a medio día y el por siempre tuyo. Apostaría vilmente como me perdí en el intento de la distancia, en la escritura tire un pedazo de ti. Sin mentiras para mí… Soy lo que te hace sentir especial.