Hay historias que merecen ser contadas
y otras que merecen ser tipeadas.
Hay amores que merecieron ser y no fueron,
otros que fueron y nunca volvieron.
Hay personas que llegan hasta el alma,
sin golpear la puerta, que saltan por el balcón
y se meten en tu ventana.
Un paisaje que se desdibuja en tus pupilas ya desgastadas,
que viajan a sitios y lugares que transitabas
¡que te secunden las entrañas!
Hay historias que se pronuncian y se proclaman, con la frase ya olvidada:
¡aun me recuerdas!
Y entonces, mientras tipeo estas historias, el corazón en su último sentir,
evoca a fantasmas,
de fragancias puras y cristalinas,
de luces y vida.
PRIMAVERA DE AMOR.
Y en el alma de lo escrito, se dibuja entre líneas, la respuesta
que merece ser gritada: SI, AUN TE RECUERDO.