Los álamos...
se destilan huecos,
entre tardes...
marchitadas de misterio,
desgarrados
por la esencia
de su labio...
deshojados
por la ausencia
de su rezo,
y es de agua
la belleza declarada...
deslazada en la esencia
de su hora,
desligada en el éter
sin memoria...
por la alberca
descuidada
por su boca.