Quiero ser navegante tus orillas,
y tu cuerpo explorar de lado a lado;
ya quedando en tu red aprisionado
gozar de tus sublimes maravillas.
Quiero bogar tus límpidas mejillas
y al azul tu mirada ya extasiado,
dejar a mi navío fondeado
en ese mar de níveas arcillas.
Quiero amoroso entrar en tu bahía,
y dar sosiego a todos tus anhelos
entregándote toda el alma mía,
ya siendo la pasión de mis desvelos,
el nuevo amanecer de cada día,
¡bálsamo que me alivia de mis duelos!