A ella que contiene en sus recuerdos,
todos los silencios y las pausas abiertas,
A ella que cree en el amor, en los presentimientos del futuro,
en la lluvia compartida, en el sol que la piensa en presente
y huye en todos los condicionales y en las preguntas sin respuestas.
A ella que se atrevió a buscar en voz alta y a contener el último paso.
A ella que sueña con los grises y sólo se juega por lo provisto de raíces.
A la que supo ser leal y atravesó todas las pruebas.
A la mujer que se aleja en el momento indicado con una taza de café
y un de vez en cuando robado.