Maria L

Carne

Tus manos quiero conteniéndome la carne

porque tus manos cuando me contienen la carne

sostienen también  mis impurezas,

mis tristes luces vencidas,

mi procesión de infortunios.

Me hacen ruido los huesos cuando me rodeas

y me surge otra garganta, crece voz nueva,

se me juntan cientos de letras queriendo ser palabra

y entonces formo poemas sin querer, sin saber,

poemas surgen de entre mis dientes como flores amplias.

Soy atravesada por frases de cuerpo afilado

que insisten en ser verbo y de pronto te digo, te nombro,

te cuento, te beso con la punta de las letras  y trato,

intento, insisto pero no hay caso,

no hay tal verso que exprese lo que nazco y lo que muero

cuando son tus manos conteniéndome la carne.