Yo me pregunto constante,
¿Por qué cuesta el convivir?
¿Por qué debo reprimir
Un proceder elegante?
¿Por qué aceptar la irritante
Necesidad de fingir
O el respeto convertir
En intenciones de amante?
Tal vez la inseguridad
De tantos hombres celosos
Que con toda impunidad,
Con sentires maliciosos,
Convierten toda verdad
En procederes morbosos…