Asciende en mi vastedad
escala pausadamente,
engánchate, engánchate fuerte,
que el viento suave te sostenga,
que nada te ciegue y te frene,
que nada te impida traspasar la puerta
abierta de mis distritos subyacentes.
Adéntrate al viaje en majestad
con raudales de pendientes
y centellos en tus venas
satisfechas
Y envolvámonos en el desafío ardiente
Y alucinante que nadie pueda
disolver ni vencer…
Entra con teas encendidas y aferra
tus manos con las mías, cuelga
tú sonrisa saliente, aprehende
tu labio entre
mi labio como cuestas
que se entregan
en los engranes del por siempre.
Traspasa …
Donde el ocaso es rocío vertiente,
donde el soplo es humor afluente,
donde los besos y caricias dejen
sin voz a las fechas viejas
y su llama doliente
con tus ojos que hasta el alma besen.
y con tu hambre que me aprese.
Y con mi alma confesa
que se dirija al lugar donde el querer
es absoluto y solemne
en el cual me embarcarás intensa,
destino a la máxima certeza,
destino a la auténtica franqueza
donde ser de ti, siempre tu Princesa.
Acércate con tu corazón valiente,
demos un salto de atleta,
dejemos sin respiro a la mente,
dejemos frenado al tiempo moviente,
dejemos que el beso goloso nos consienta
y que la dicha nos ahogue repleta
y que nuestra luz nos vende.
Disipémonos en balance de ésta
necesidad, perdámonos conscientes
en nuestro imperio, creyentes
en no querernos salvar del atrayente
canon sujeto del anhele..
Volemos y verás que nada pesa
y descubramos un basto merecer.
Braceemos sobre lienzos éstas
ganas, aves que enloquecen…
yo emergiendo unida a tu majeza
con tus pechos en los míos, latente
en tu mirada absorbente,
y con Tu boca en mi convexa
boca, ofrenda y vía a lo celeste.
Y con mi alma plena que navega
al lugar donde el amor y querer
es absoluto y solemne
en donde me embarcarás intensa
destino a la máxima certeza
destino a la auténtica grandeza
donde ser de ti, siempre tu condesa .
Mariana Gutiérrez, Julio 2018