Te abrazo y quiero besarte
al borde en la roca de la nada,
los dos desnudos en ropa colorada;
los dos somos UNO y abrazarte
en deseo en el pasaje tuyo sonoro,
tus ojos serenos y de sueño
de este desierto y nada pequeño
placer en este firmamento de oro.
Tu cariz en rechazo o de placer,
hermoso misterio de sentimiento
de este enigma cabe en mí reconocer
si el beso es sólo un cuento
o si realmente ha de proceder
en campo de flores nuestro nacimiento.