Anegado y deshauciado, sobretodo abnegado
Llevado por la corriente de la conciencia
A través de uno, de su otredad al discurso colectivo
El dejarse llevar por los ríos de la vida que acaban
O comienzan en la mar, la experiencia de un flujo incesante;
Incensato Y despojado, sobre todo mojado, por una lluvia
De ideas que tengo po ahora como vendaval desatado
Cuando uno se desanuda a la historia del síntoma
Histórico que es crisis constante y perpetua
Ah la modernidad del absoluto, hay que ser precisamente
Más moderno que el mito de uno, su logos transitorio
Mojarse las patas, lavarse las manos, despertar o ahogarse
En el río del tiempo, en el tiempo que es uno