Vivo de tus recuerdos
sin que me dejen vivir.
Muero por abrazarte
sin que esto pueda ocurrir.
Vivo sin tu presencia,
sintiéndote junto a mí,
y aunque ya no te vea,
tu esencia sigue aquí.
Quiero gritar hasta el Cielo
para que los Ángeles puedan oír
que, aunque tú no estés aquí,
¡siempre estarás junto a mí!