REGHINO PIGUAVE

ANOCHE

Anoche estuve llorando

sobre tu hombro recostado

contándote la tragedia

de nuestro amor fracasado.

Me dijiste, ya no llores

que la gente está mirando.

¡y qué me importa la gente...!

que aunque mira no comprende;

el dolor que hay dentro de mi,

y que mis venas enciende.

Anoche estuve llorando

sobre tu hombro recostado,

y tus manos morenitas

mis lágrimas las secaron,

y me sentí como un niño

mimadito por su nana

y me dormí en el regazo

de mi querida Silvana.