POEMA DODECASíLABO
Pienso ¡Cuàn absurda! vivimos la vida,
cual burros de carga, somos trabajando,
solo para poder comprar e ir guardando,
baratija inútil a ser escondida.
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Acumuladores, ratas de basura,
nos vamos llenando de adornos y flores,
vajillas, copas, cofres, vino y licores,
cual si los objetos, nos dieran ternura.
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Pero todo es una completa locura,
cuando cualquier dìa, debemos partir,
es dar, desocupar, limpiar y salir,
regalar y botar, la desventura.
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Salimos de todo de lo atesorado,
cuando en un instante, soltamos apegos,
porque terminamos, libres de lo amado,
y de los recuerdos de esos nuestros egos.
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Al fin comprendemos ¡Cuàn equivocados!
el gran mobiliario, en casa sin familia,
un recinto vacìo, es tumba en vigilia,
vehículo sin niños, y sin mascota,
sirviendo a viejos, egoístas e idiotas.
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Ya salì de las tantas cosas que nos atan,
guardè los álbumes llenos de retratos,
los manuscritos, el cascabel del gato,
y en la Biblia pétalos de un tulipán.
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Quedè con la alegrìa de una bella joven,
porque se iba tan feliz con mi auto viejo,
para ella fue gran emociòn, un festejo,
decìa; lo cuidarè tanto como usted,
y despedì al cacharrito cuando se fue.
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Mañana vendràn por muebles muy deprisa,
iràn adonde tendràn amor de hogar,
podràn escuchar voces, musìca y risas,
y en su energìa volveràn a jugar.
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Todo pasa, todo sigue nuevos rumbos,
porque el tiempo no espera, y el apego era,
esta cabeza punzante me da tumbos,
pero el cuerpo ya no pesa, se aligera,
y aquí os deja con universal amor.
Raquelinamor
Julio 20, 2018