Este último tiempo de mi vida,
lo estoy pasando bien.
Teniendo diariamente la paz
que tanto he ansiado.
La he logrado.
La he obtenido.
Con tu comportamiento,
me la has otorgado.
Pero...¿por qué haces actitudes
en mi contra?
De la noche a la mañana, cambias.
Te conviertes en una extraña mujer,
la cual desconocía existía.
No vivas con rencores,
con resentimientos.
Me los transmites a mí.
No te creo capaz
de que te comportes
como muchas veces
lo haces, conscientemente.
Eres una mujer con muchos sentimientos,
como los tengo yo.
Al menos en éstos somos parecidos.
Actitudes en mi contra...
¿crees realmente me las merezco?
Pienso no las haces
con intención de herirme...
pero me hieres...
Como tú, soy muy sensible.
Tratemos de tener paz.
En este momento,
la necesito tanto...
Otórgamela, porque si ya no podemos
seguir unidos en la paz que clamo,
sinceramente te digo,
pondré mis ropas en una valija,
y me iré. Lejos...no sé dónde...
no tengo idea dónde he de anclar.
Es que tus variaciones
en comportamientos y actitudes,
me ponen muy mal.
¿Pretendes llevarme a la locura?
Toma con calma lo que te digo.
Dame la calma que necesito.
Es que... hay momentos
en que quisiera dormir...
dormir mucho...
sin la loca idea de no despertar jamás.
Pero si he de ser sincero,
como siempre lo he sido,
te digo que en más de una oportunidad
esa loca idea se me ha cruzado
en mi mente.
Ayúdame a vivir feliz.
Tú y yo estamos en momentos
muy especiales en nuestras vidas.
Tratemos de apaciguar.
Quiero evitar un mal estado de salud.
No quisiera llegar a la locura.
Estuve desacertado en mi pensar.
¿Y si fuera una realidad...?
No la lograrás, te lo aseguro.
No he de darte la oportunidad.
Hemos logrado momentos de felicidad.
Ella no es eterna.
Ni en nuestras vidas,
ni en las de nadie.
Siempre hay motivos y situaciones,
que restan un poco de felicidad
a la felicidad completa,
por eso es que nunca es total.
Es la vida.
Y quiero que tú y yo,
tratemos de superar
los obstáculos de convivencia.
Avanzar en la vida con esperanzas,
retenerlas, conservarlas.
Siento en mí interiormente locura,
pero es la locura del amor.
La otra, la cerebral, deseo eludir.
No llamarla, no incubar en mi mente.
Deseo paz, ayúdame a obtenerla.
Si estás de acuerdo, me alegro.
Si no... me verás haciendo una valija,
partiendo hacia... no sé dónde...
hacia la felicidad,
la locura... o quizás hacia la muerte...
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 21/03/2014)