Yo no soy poeta
ni mucho menos escritor.
No sé de emociones, ni sentir o sentires…
solo puedo escribir cosas objetivas
y me posición siempre desde un lugar neutral.
Mis escritos no son más que una tipificación
de saberes, y conocimientos
que leí por ahí,
de historias que he escuchado narrar,
de cánticos pueblerinos que vienen a mí.
Si amo a la primavera es simplemente porqué:
tiñe al cerezo, olmo y roble
de verde esmeralda o carmesí, también;
porqué su aroma me hace viajar a lugares misteriosos,
rememorando caminos, lugares y sitios
donde he estado,
donde yo he sido vigoroso,
donde me he sentido vivo.
Que amar a la primavera también
es amar a la juventud,
a la luz y la vida.
Por eso reitero lo que dije al principio:
yo no soy poeta, ni soy escritor.
SOY UN COMUNICADOR.