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LA DESMEMORIA DE SUS DÍAS...

(I)

LA DESMEMORIA DE SUS DÍAS...

 

Cuando el mirto impregna

de perfume...

la floresta rubialba de los montes,

y la mar infausta golpea

descuidada y alegre...

la rocalla

desgarzada de su cuita,

 

un grito azul...

impuro y breve,

desgarra...

la avaricia de mis días,

 

en la fuente... 

desaconsejada de deseo.

 

 

Oh etérea...

y desguarnecida mansedumbre,

 

espíritu maligno...

apenas denostado

por la noche,

entre fragores de batalla

descreída...

 

te atemperas ignota

entre pesares oscuros,

plenilúnicos y serviles...

en la frente descorazonada

de sus días,

 

entre latidos...

desacreditados de amapola,

 

por la copa...

desamortizada

de su beso.

 

(II)
ENTRE ABRIL Y MAYO...

 

Cuando los campos se visten de amarillo

y la floresta laureada de quimera se entretiene

viene la Primavera lozana por sus cuitas

a desenterrar el lapsus dorado del otoño,

 

el aire se torna

despacio de arcoiris...

se engalana límpido en lánguidos

y pálidos vacíos,

 

mientras los labios

umbríos...

de la madre cristalina,

deshacen la tierra hueca

 

de hielo...

apenas desaconsejado

en sus olvidos.