Bella tersura del pensil florido
Gallarda aroma de blanca azucena
son tus perfumes que en noche serena
envuelven al grato verdor surgido.
Entre la margen del edén perdido
donde cándida floreces amena,
eres una flor que al céfiro llena
con su candor del vástago prendido.
Viertes goces en dorada mañana,
que con bendito olor, gloria de mayo,
inclina su cabeza al sol naciente.
La luz torna en aljófar y, lozana,
emite su inconmensurable rayo
que abre la azucena discretamente.