Hasta aquí, se aferraron de miedo los insomnes
la espada es blandida, pero no ha logrado cristalizar el topacio.
Te preguntas por el perpetuo movimiento
mientras tus manos tallan el éxtasis momentáneo,
ya las barcas han partido y se ha extraviado la ternura en el sismo
quién nos rescatará de las aves tempranas?.
La melodía ha cedido en su empeño
y jirones de desesperanza alumbran los perfiles,
la pasión hasta el tótem no llega, se anulan las siluetas
poco te percatas de la simiente de los labradores
no descansarás hasta invadir la hendidura de los deseos vencidos.