Mi razón más hermosa
Cae la tarde en este tedioso y frío domingo,
he organizado algunos de mis escritos,
los leo y encuentro en muchos tu presencia,
estás de manera permanente en mis escenarios.
Llegaste precisamente, en el momento oportuno,
cuando las fuerzas flaqueaban y perdía el norte,
fue quizá para mi, el tropezón más maravilloso.
Encontré a la mejor compañera de charlas,
me resulta fascinante conversar contigo,
tu sinceridad y claridad de conceptos es perfecta.
Hubiera sido excelente haberte encontrado años atrás,
pero no fué y habrá una razón que no quiero saber,
hoy estás en mi, lejos físicamente pero muy dentro,
de mi alma, que es donde moran los grandes amores.
Dices lo que sientes de manera clara, sin ambages,
con la sabiduria de tus años de magisterio y vida,
no hay tiempo de reproches al destino.
Tenemos un presente y como sea lo viviremos,
si alguna vez extrañamos algo, ya veremos,
por ahora solo quiero tenerte allí a un click de distancia.
Majestuosa, sabia, preciosa y sonriente, alegre y vital,
inteligentemente revolucionaria, perféctamente femenina,
mi apoyo incondicional cuando siento nubes negras,
amenazando tormentas en mi desvencijado corazón.
Tu, con tu contagiosa paz y tus vivencias alentadoras,
te volviste mi mejor adicción, mi mas preciado tesoro,
Mi razón, mi esperanza, mi ilusión y mi necesidad.
Ron Alphonso
22 de julio de 2018