Emiliana se postra anonadada,
con el alba, su sueño se desvaneció
\"El Señor ya no me quiere ver bailar\"
afirmaba, allí una lagrima rodo.
El dia tampoco ha ayudado
y la noche nada prometera
niña, contemplo tu rostro cansado
y a ninguna esperanza se asira
El sol, a su trono retornara
y entonces el milagro mostrara:
Una belleza simple y cotidiana
o un rezo gritado desde alma
Tu cuerpo entendera la vida,
Tu ser impacientara a la razon,
El Señor te colmara de alegria
y ya no apartaras al corazón.