¿Porqué esta desazón?
Viene como en oleadas
el dolor,
de no saber porqué soy
y para qué.
Pero después
de este pinchazo
de confusión,
yo te pienso y sé
de tus ojos soberanos,
y nuestro andar
entre uvas al sol;
y hay tibieza
de verano, y fe
en una paz secreta
naciendo de los dos.
Corre un río de sueños...
Se aquietó la mar,
fue arrancado el velo
y puedo ver,
porqué estoy
y para quién.
Ingrid Zetterberg
Dedicado a Jesucristo, mi amor
De mi poemario:
\"Ciento cincuenta poemas del alma\"
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