Poeta del Silencio

EVANESCENTE

Marchas deprisa al ábrego fugaz,

alcanzaron mis ojos para verte ausente,

fuiste liviana entre espesas nubes,

nada quedará entre suspensos a tu huída,

ya no puedo esperar a quedarme inexistente 

cuando llegan auroras en mi cielo nocturno.

 

Arribas a mi calma cuando llegan tormentas,

indiferente a las horas que te hicieron esperada,

hazte abrigo con mi piel cuando ya no sienta nada,

un segundo ha abismado miles de encuentros,

no me encierres a las dudas cuando llega el amor

porque ya es tarde para vivir del ayer.

 

Regresas cual fugitivo errante sin destino,

te pierdes al aire, al silencio de la luna,

a la sombra que sigue viva en tu ausencia,

sin aliento mueres, con el viento; evanescente eres.

 

Desvaneces tu esencia y te sientas perdida,

como barcos a ciegas en la noche del naufragio,

no aprietes el remo si te hallas en la arena,

fuego sin llamas y río sin corrientes,

eso fuiste y lo serás aunque ocultes tu presencia.