Porque la vida, en su constante aventura
Como el mar y su inagotable oleaje
Acaricia la arena con ternura suprema
Para luego partir, dejando su olvido torturante
Aun no sé si la felicidad se aleja o tan solo regresa
Llenando el corazón con su singular desprecio.
El verbo es espuma impotente ante el sol despiadado
Palabras vacías, fantasma de caracolas que abandonadas en la arena
Añoran rostros y labios. La caricia de la piel como la ola a la arena
Inútil me siento ante ti, abandonado de mis recuerdos
Como marino olvidado por el mar, de su azul lejano
Incomprendido en la arena, contemplando el celaje
Olvidado, como resto de un naufragio sin memoria, encallado
Levantaré la mirada, contemplaré de nuevo el azul
Buscaré a la distancia el faro para vencer la noche y el miedo
Desnudaré la tormenta y en la ventisca iracunda
Buscaré de nuevo la vida, para morir a tu lado.