José Luis Barrientos León

Mar

 

 

Porque la vida, en su constante aventura

Como el mar y su inagotable oleaje

Acaricia la arena con ternura suprema

Para luego partir, dejando su olvido torturante

 

Aun no sé si la felicidad se aleja o tan solo regresa

Llenando el corazón con su singular desprecio.

El verbo es espuma impotente ante el sol despiadado

Palabras vacías, fantasma de caracolas que abandonadas en la arena

Añoran rostros y labios. La caricia de la piel como la ola a la arena

 

Inútil me siento ante ti, abandonado de mis recuerdos

Como marino olvidado por el mar, de su azul lejano

Incomprendido en la arena, contemplando el celaje

Olvidado, como resto de un naufragio sin memoria, encallado

 

Levantaré la mirada, contemplaré de nuevo el azul

Buscaré a la distancia el faro para vencer la noche y el miedo

Desnudaré la tormenta y en la ventisca iracunda

Buscaré de nuevo la vida, para morir a tu lado.