Dicen:
“No hay herida que no cierre”
Dicen:
“No hay cicatriz que se convierta en tatuaje”
Un rayito de fulgores se ríe de la penumbra.
Por eso te mando un Abrazo,
desde aquí hasta tu silencio.
Y un Beso, en la comisura de tus labios,
cerrados y evasivos,
de los que un día salía mi nombre.
No estamos.
Aun no vuelves.
Aun no llegas.
Y aquí estoy,
que por hoy sigue siendo bastante.
Estoy sólo,
Y tú, aun estás contigo.
Pero hoy voy a encontrarte
(me repito todos los días)
Así renace y amanece el Sol,
mi día.
En un infinito que esperándote,
nunca se termina.