Como una mañana de luz apagada.
Tarde sombría que muere cada día.
Como yerma noche oscura y estrellada,
pasa la vida amada, triste y vacía.
Como sueño o amargada corazonada
ya no escucharé ninguna melodía.
Tengo tu sonrisa, imagen deseada
en un rico baúl de pura fantasía.
Estas amor, en mi recuerdo guardada,
inolvidable, como suave ambrosía.
Mi alma ya quedó pálida, congelada,
tércamente confundida, solitaria.
Llorando penas, pérdida trasnochada
hallé esta pobre y sencilla poesía.
Esclavo soy de tu alma iluminada
que consuela la soledad de mis días.
Es la bruma que envuelve la nada,
que transformada en bella melodía
muere, en sutil y melodiosa sinfonía.
Como una primavera recién llegada,
el día aquel que perdí tu compañía
te recuerdo, con la mirada extraviada.
Como una noche sin luna, ya apagada.
Un adiós para siempre, dulce alma mía
serás tú mi luz, mi ilusión añorada.