Fundar un imperio
a través del contacto
es instalarle a la cuadratura
una bengala perpetua.
Si la tiniebla
no figura impostergable
tampoco ha de serlo
el brillo
que emule a la gravedad.
Encender la luz
para moldear al universo
es lo más factible
pues en estos campos
la religión con más adeptos
erige monumentos al caos.
La mejor mezcla de hilos
tiene como ingredientes
a la carne y piel
y un antídoto insustituible fecunda
contra la incertidumbre.