SOLTERA NO ERA.
Me dijo que era soltera,
que a nadie ella tenía
y la creí casta. Sincera,
sin saber que me mentía.
Pero en su rostro níveo,
la perfidia se ocultaba
y le creí como un niño,
que la mentira ignoraba.
Y me fui enamorando,
con ese amor de varón
y hasta estuve pensando:
Que fácil le di el corazón.
Y también el alma le di,
porque mía ya no era
y ni siquiera le pedí,
que su alma mía fuera.
Engaño no presentía,
sólo quería amarla
y tan mía la sentía,
que no cesaba besarla.
Virgen me juro ser
y su cuerpo inmaculado
yo la ansiaba poseer
y perpetuarme a su lado.
Pero lo no presentido,
pronto sería evidente,
porque tenía marido,
más no por eso indecente.
Yo exculpo su mentira,
porque el amor es impío,
si hoy tuve un amor mío,
mañana por otro suspira.
Más pobre del marido,
que la siente suya plena
y al verla dormir suspira,
pensando que lo sueña.
¿Y cómo evitar amarla?
Soltera o casada,
Si ella está enamorada
Y yo no puedo dejarla.
Autor: Víctor A. Arana
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Julio 23 del 2018.