FRANCISCO GARCÍA RASCÓN

DIARIO DE UNA SOLEDAD XXV

Allí, sobre el limite del silencio

en la superficie o en lo profundo

la ventana nunca se cansa de saltar al vacío

Hay un dorado vacilante

temblando en el azul

Estallará mi corazón si continuo pensando en ti

Se romperá el cielo sobre mis ojos

El perfume la forma y el color se besan

y yo sigo buscándote

He visto pasear a la luna entre las ondas de agua

pero percibo una fragancia

que sugiere algo

un aroma o un sabor invisible e ilimitado

un viento ligero e interminable

que se lleva la vida 

lejos