En el viejo ático,
donde nos citábamos
a leer poesía.
Te dí el primer beso,
bebí el primer suspiro
Olía a limón, la tersura
de tu piel
Luego del beso, la noche
se plagó de excesos.
Esa es nuestra historia,
la seguimos escribiendo
con fuego en los labios
Rob_
23/07/18