La triste verdad,
De nuestra sociedad;
Son ciegos que pueden ver,
Y dicen que todo lo pueden obtener.
Hipócritas en nuestras espaldas,
Nos atacan con el filo de las espadas,
Dejando solo y muerto nuestro corazón,
Destrozando nuestro duro caparazón...
La sociedad no nos entienden,
Ni nos comprenden;
Somos distintos, separados de ellos,
La mirada, desprende destellos.
Me desahogo en estás letras,
Me dicen que esto sea quedado atrás,
La lluvia cae así como el amanecer,
Mi alma muere al anochecer...
Sentimos un vacío,
No se sabe que tan profundo es,
No crees ni lo que ves,
Ahora soy yo el que lo sufre...